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Rectores del G-4 proponen que el 1% del PIB se destine para financiar la educación superior pública

Rector Hernán Porras Díaz junto a rectores que integran el G-4

Durante la primera reunión de 2025 de rectores G-4, la cual es integrada por los rectores de las cuatro universidades públicas más grandes del país: la Universidad Industrial de Santander, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), la Universidad de Antioquia y la Universidad del Valle, se concluyó que la meta de las universidades e instituciones públicas es llegar a una financiación del 1 % del PIB.

El encuentro giró en torno a la construcción de comisiones y espacios de diálogo sobre la calidad, cobertura, infraestructura y financiación de las instituciones de educación superior (IES), y también en busca de seguir trabajando por los territorios y la Colombia profunda.

El rector de la Universidad Industrial de Santander, Hernán Porras Díaz, señala que se debe hablar objetivamente como universidad, y por ello se han creado comisiones que liderarán la elaboración de estudios tanto cuantitativos como cualitativos que permitan hacer reflexiones para confrontarlas con las de los Ministerios y la sociedad en general, haciendo un diagnóstico fiel de lo que ocurre.

“Si logramos que el país destine el 1 % del PIB a las universidades públicas, con certeza todas llegaríamos a tener tranquilidad y ya no tendríamos que discutir sobre estos problemas, sino poder sentarnos y dialogar para desarrollar y construir el país”, asevera el profesor Porras.

Por su parte, el rector de la UNAL, Leopoldo Múnera Ruiz, asegura que están trabajando para hacer un balance del Plan Integral de Cobertura (PIC), para ver cómo ha funcionado y qué correctivos o ajustes se le deben hacer, pues existe una preocupación presupuestal, y es allí donde cobra fuerza la meta de llegar a un 1 % del producto interno bruto (PIB) para financiar la educación superior pública.

“Hemos acordado que ese horizonte de progresividad en el aumento de la financiación es algo que defenderemos las 4 universidades aquí reunidas. Además, hemos reflexionado sobre el tránsito y la integración entre la educación superior pública y la educación media, y sobre una mejor administración de recursos de bienestar y cooperación entre las universidades, teniendo en cuenta que colaboramos con el Sistema Universitario Estatal”, indica el profesor Múnera.

A su turno, Guillermo Murillo Vargas, rector de la Universidad del Valle, explica que la reunión es importante para revisar los temas que forman parte de los niveles de complejidad que manejan las instituciones, pues ellas tienen una larga trayectoria y alta producción científica, además de programas académicos de renombre y una de las poblaciones estudiantiles más grandes del país.

“Cuando analizamos los temas de la educación superior tenemos que verla de manera integral; por ejemplo, la cobertura es muy importante, pero no es suficiente, porque nada hacemos con mejorarla si la deserción sigue aumentando, o la infraestructura y los costos. Estamos coordinando la creación de comisiones de estudio en estos temas que nos permitan sentarnos y dialogar con los Ministerios de Educación y de Hacienda, y llegar a consensos sobre cómo desarrollar estas iniciativas para la educación superior”, apunta el rector de la Universidad del Valle.

En esta misma línea, John Jairo Arboleda, rector de la Universidad de Antioquia, señala que las IES tienen una gran responsabilidad con la educación superior pública, y además temas comunes que van en la misma ruta de propuestas para el Gobierno nacional y la sociedad, que buscan llegar a los territorios, a esas regiones por fuera de las capitales de los departamentos.

“El tema presupuestal está en discusión, la reforma a los artículos 86 y 87 de la Ley 30 de 1992, y la enorme necesidad de ajustar los recursos que el Gobierno les transfiere a las universidades públicas, para que sean acordes con los gastos reales de las instituciones. La educación superior es costosa, máxime la de alta calidad, por ello hay que fortalecer la investigación, extensión y colaboración educativa”, asegura el rector Arboleda.

Cabe destacar, según explica el rector Múnera, que el aporte que le hace el país a las universidades es del 0,45 % del PIB, uno de los más bajos de América Latina, por eso las instituciones están en un momento difícil que requiere un aumento acorde con las necesidades educativas. Así no es solo una preocupación a futuro de la educación superior, sino también de la investigación científica del país, y del presupuesto que se destina a ella.

“Desde 1992 las universidades hemos crecido, incluso por encima de los recursos y los costos que ha implicado ese crecimiento, y la fórmula de financiación se ha mantenido inalterada; en términos prácticos estamos recibiendo el mismo dinero que recibíamos en esos años, pero la universidad que se financió con la Ley 30 es una muy distinta a la actual”, indica el rector de la Universidad de Antioquia.

Sobre los retos que forman parte de esta discusión, el rector de la Universidad del Valle afirma que de los 80 años que está cumpliendo su institución en 2025, los últimos 40 se han destinado a trabajar fuertemente en los territorios, y eso tiene otras implicaciones, pues es llevar educación superior de calidad a lugares en donde no hay suficiente infraestructura, y los programas de salud y medicina a veces no tienen un hospital habilitado para hacer convenios.

Por último, los 4 rectores, con la vocería del rector Porras Díaz, enviaron un mensaje de confianza a la comunidad universitaria de las instituciones reunidas y de la sociedad en general, pues se está trabajando para dar la mejor oferta y calidad posible, acompañando la solución de estos retos siempre con el enfoque de que las universidades son territorios de paz, y eso es lo que se busca que llegue a cada rincón del país.