Icono de atajos

Víctima del Club El Nogal y exmilitante de las FARC hablaron de paz en la UIS

El 7 de febrero del 2003 un carro bomba, atribuido a la guerrilla de las FARC, explotó en el Club El Nogal de Bogotá, dejando un saldo de 36 personas muertas y 200 más heridas, entre ellas Bertha Lucía Fríes, a quien la caída de un muro la dejó cuadripléjica durante varios años. En la más reciente edición de la Cátedra de Paz, Convivencia y Ciudadanía de la UIS, Bertha Lucía se sentó junto a Julián Gallo, senador de la República por el partido Comunes, exmilitante de las FARC – EP y firmante del Acuerdo de Paz, para hablar de su historia, del perdón, pero sobre todo, de la reparación a las víctimas.

“Los jóvenes son los líderes del mañana, el Acuerdo de Paz se firmó hace cinco años, pero el proceso de construir paz nos toca a todos, y a ustedes jóvenes les va a tocar empujar muy fuerte. Para la construcción del postconflicto necesitamos un ‘switch’ mental, tenemos que empezar a ver las distintas posibilidades de relacionarnos. Tenemos que construir procesos de perdón, reconciliación, convivencia y coexistencia, sobre todo en los territorios”, manifestó Bertha Lucía Fríes, líder del Grupo de Víctimas del Atentado FARC al Club El Nogal.

Los asistentes pudieron conocer los relatos de estas dos personas que vivieron las consecuencias del conflicto desde orillas contrarias, Bertha desde la experiencia de la víctima mientras que Julián desde la de victimario, pero también escucharon sobre las luchas de estas personas por encontrar el perdón y la reparación.

“Estos diálogos nos dieron la posibilidad de entender que, más allá de las cifras, cada persona que ha sido víctima, cada familiar, cada hermano, cada padre, cada hijo, es un drama, por eso para nosotros tal vez uno de los aspectos que más influyó en la necesidad de firmar el Acuerdo de Paz fue escuchar el relato de las víctimas, porque al oír las cifras frías no se alcanza a dimensionar el dolor humano y la tragedia de cada historia”, expresó el senador Julián Gallo.

Este tipo de eventos reafirman el compromiso de la Universidad con la paz, por medio de la generación de espacios académicos que contribuyan a un mejor entendimiento del conflicto, el Proceso de Paz y el camino que debemos recorrer como país hacia la reconciliación.