Con el objetivo de orientar y sensibilizar a la comunidad estudiantil sobre la importancia de cuidar su bienestar emocional, la Sede UIS Socorro se sumó a la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental.
Para este día se realizaron diversas actividades sobre estos temas. La jornada contó con la participación de profesionales en el área de salud mental, incluyendo psiquiatras y psicólogos, quienes brindaron orientación a los estudiantes sobre los factores protectores y de riesgo que influyen en la salud mental, particularmente en la juventud.
“Durante el evento se instaló un stand que permitió abordar la importancia de la vigilancia en el cuidado mental, así como aportar herramientas para que los estudiantes puedan cuidar la salud emocional de sus familiares, amigos y personas cercanas”, dijo Nydia Carreño Camacho, coordinadora de Bienestar Estudiantil.
La también profesional en psicología añadió que la salud mental ha sido identificada como un factor prevalente en el entorno actual, y en este contexto, la comunidad universitaria fue invitada a reflexionar sobre la importancia de fortalecer las redes de apoyo.
Los especialistas destacaron que la salud mental no es un proceso individual, sino que se construye de manera colectiva a través de nuestras interacciones cotidianas. En este sentido, los entornos más cercanos, como la familia, los amigos o el equipo de trabajo juegan un papel crucial. Fomentar la salud mental implica ofrecer escucha activa y atención, priorizando el apoyo a quienes lo necesitan.
El consumo de alcohol, un factor de riesgo
En cuanto al consumo de alcohol, señalaron que existen múltiples factores sociales, ambientales, psicosociales y genéticos que pueden influir significativamente en su adopción. “En muchos entornos sociales y culturales, el consumo de alcohol está normalizado. Incluso en las relaciones que se forman dentro del ámbito universitario, el consumo de bebidas alcohólicas se presenta como un elemento común. Esta situación se ve agravada por la facilidad de acceso a estas bebidas, que cualquier persona puede adquirir, y por la permisividad social que otorga libertad a los jóvenes para consumirlas” dijo Arturo Serrano, psiquiatra.
Añadió además que, desde el hogar, las conductas permisivas contribuyen a la normalización del consumo de alcohol y existe una creencia extendida de que beber produce felicidad. Sin embargo, este comportamiento constituye un factor de riesgo que puede y debe ser abordado en la población estudiantil, promoviendo conductas que disuadan su consumo.
El evento subrayó la relevancia de ofrecer apoyo a quienes lo necesitan y de fomentar el bienestar emocional en nuestras relaciones diarias, recordando que la salud mental es una responsabilidad compartida.