A las 2:00 de la madrugada, Luz Marina Duarte García y José Luis Gutiérrez, funcionarios del área de Inventarios de la Universidad Industrial de Santander-UIS, emprendieron su viaje por la carretera Curos-Málaga. Su misión era clara: llegar hasta la Escuela Rural San Francisco en la vereda Carabobo, municipio de Concepción y contagiar de alegría a 25 niños de este sector con la entrega de mobiliario para fortalecer su proceso académico en el marco del programa “Donaciones con Responsabilidad Social”.
A bordo de un camión cargado de implementos educativos y, sobre todo, de buenas noticias, Luz Marina Duarte García y José Luis Gutiérrez recorrían los caminos de la provincia. Mientras avanzaban, los imponentes paisajes de montañas convertían cada kilómetro en una experiencia inolvidable, de esas que se guardan para siempre en el corazón.
La Escuela San Francisco se ubica en inmediaciones del Páramo del Almorzadero. Desde el casco urbano del municipio de Concepción son aproximadamente 2 horas de camino. A medida que se acortaba la distancia, también se contemplaba el llamativo ecosistema natural. Observar los frailejones y las corrientes de agua cristalina en medio de vientos de frio hacían de la ruta todo un espectáculo.
Luego de horas de recorrido, se llegó al destino. A la entrada de la pequeña escuela, un letrero, escrito con esmero por los niños y niñas, daba la bienvenida con un mensaje lleno de gratitud: “Gracias Universidad Industrial de Santander por el apoyo a la educación rural”.
La profesora Flor Emilce Jerez Mantilla, con una cálida sonrisa, fue la primera en dar la bienvenida. Luego, uno a uno, los estudiantes se presentaron, llenando el ambiente de emoción y gratitud. Cada palabra y gesto parecía converger en un mismo mensaje: “Gracias a la Universidad Industrial de Santander por llegar hasta estos rincones tan alejados”.
La emoción y alegría de los niños se reflejaba con una gran sonrisa en el rostro. Los padres de familia también esperaban en el lugar y todos en fila, empiezan apoyar el descargue de los implementos como escritorios, pupitres, tableros, computadores, balones, armarios entre otros enseres.
Dentro del salón, los estudiantes se acomodaron en sus nuevos escritorios y observaban con asombro y felicidad cada uno de los elementos que la UIS les entregó. La emoción se desbordó cuando comenzaron a expresar su gratitud al programa de “Donaciones con Responsabilidad Social”, usando carteles, cartas y hasta canciones. Cada palabra, cada nota, era una muestra sincera de agradecimiento por los nuevos recursos que, sin duda, transformarían su experiencia educativa.
“Estoy muy contenta con la UIS por el aporte a nuestra escuela. Son muy pocas las entidades que colaboran con la educación rural. Estoy muy feliz” expresó con gratitud la profesora, Flor Emilce Jerez.
Los padres de familia también se unieron a las muestras de agradecimiento, Adriana Ortiz manifestó “Agradecerle a la UIS por este gesto y traer cada detalle. Se nos hace pequeño el corazón porque vemos a nuestros hijos felices”.
Ana Hilda Merchán Ramírez, del grado 5 y personera estudiantil emocionada agregó que “Queremos agradecer a la Universidad. Todos estamos muy felices porque algo así no había llegado a nuestra escuelita”.
Los niños de este sector deben caminar alrededor de dos horas para llegar a clases. El equipo de la UIS también les entregó kits escolares y un impermeable a cada uno, para que puedan protegerse de la lluvia mientras realizan su largo recorrido diario, ya sea hacia la escuela o de regreso a casa. Como parte del programa “Donaciones con responsabilidad social” también se hizo entrega de mobiliario al colegio Nuestra señora de la Concepción.
En medio de gratitud y mucha alegría de aportar al proceso educativo de los estudiantes de esta Escuela Rural, Luz Marina Duarte García, jefe de sección de inventarios y José Luis Gutiérrez, profesional de esa área emprenden su retorno nuevamente.
A través del programa “Donaciones con Responsabilidad Social”, la Universidad Industrial de Santander continúa extendiendo su apoyo a los rincones más apartados de la región, contribuyendo de manera significativa a mejorar la calidad de vida de las comunidades.