Una reflexión sobre la importancia de formar a los estudiantes y futuros profesionales del derecho en el conocimiento y la observancia de la Ley 1123, que estableció el Código Disciplinario de los Abogados, se llevó a cabo este viernes en el Auditorio Luis A. Calvo, de la UIS. Esta fue la segunda parte del ciclo de pedagogía “De la reflexión deontológica a la práctica de la Ley 1123 de 2007”, organizado por la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, con el apoyo de las facultades y escuelas de Derecho de Bucaramanga, para reforzar la importancia de la ética en la formación de los abogados y el ejercicio de su profesión en Colombia.
El director de la Escuela de Derecho y Ciencia Política de la UIS, profesor Alejandro Acevedo Guerrero, en la presentación del evento citó al profesor Carlos Gaviria Díaz, aludiendo que “ser abogado es ser defensor de los derechos humanos y que el ejercicio profesional en cualquiera de los órdenes en los que nos desempeñemos no es otro que servir y ser garante de los derechos por encima de los intereses que vayamos a defender”. Expresó, además, su saludo a “esta nueva dinámica de entender y ver una institución como estas no desde una visión netamente sancionatoria, sino educativa y preventiva”, señaló el profesor Acevedo Guerrero.
A continuación, hizo su intervención la Dra. Diana Marina Vélez Vásquez, presidenta de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, quien compartió algunas cifras para la reflexión: que, a la fecha, 380.425 abogados tienen tarjeta profesional vigente; que cada año, las facultades de Derecho en el país confieren el título de abogado a 17.000 estudiantes en promedio; que durante los últimos 20 años la jurisdicción disciplinaria sancionó por año, con suspensión en el ejercicio de la profesión, a un promedio de 900 abogados, y que, durante las últimas dos décadas, han sido excluidos de la profesión cerca de 1000 abogados.
La presidenta de la Comisión manifestó que “las cifras son considerables comparadas con otras profesiones y estamos aquí porque hay gran preocupación y eso nos lleva a un espacio de reflexión porque ustedes, apenas adquieran la calidad de abogados, deben ajustar su comportamiento, sus actividades y sus conductas a la Ley 1123 de 2007. Porque tienen que ser conscientes de que, en el momento en el que vulneren estos deberes que están consagrados en el Código Disciplinario del Abogado, van a verse incursos en unas faltas que ponen en riesgo el ejercicio de su profesión”.
Señaló que la función del abogado es muy importante para la sociedad porque es el puente entre el ciudadano y la administración de justicia. “Es también importante tener en cuenta que el papel del abogado no es meramente técnico, sino también se desarrolla un comportamiento ético y moral, y por eso tenemos estos espacios de reflexión, que nos tiene muy preocupados lo que encontramos día tras día en los expedientes”.
Por todo esto, dijo a los estudiantes que por la falta de ética de muchos abogados y una de las fallas está en la formación, se hacen necesarios estos espacios de socialización de esta ley 1123 de 2007, con fines de prevención y no solo de sanción a los abogados.
A su vez, el magistrado de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, Alfonso Cajiao Cabrera, expuso la conferencia Parte dogmática1.1 sobre el ejercicio de la profesión de abogado, con un repaso de la función, misión y sus deberes profesionales desde lo moral y deontológico a lo constitucional y legal. Luego expuso la Parte dogmática 2.2, relacionada con aspectos legales, el Régimen Disciplinario de los Abogados
Por su parte, la magistrada de la Comisión Seccional de Disciplina Judicial de Santander, Martha Isabel Rueda Prada, destacó que “El punto principal es que más allá de amenazar o castigar a los nuevos profesionales del derecho, es educarlos en todo aquello que tiene que ver con el estatuto ético de abogados, Ley 1123 de 2007 y que ahora con el impulso que ha dado la Comisión Nacional de Disciplina Judicial en un afán de no disciplinar a aquellos que no conocen la ley, se está generando esta misión de prevención que va a redundar en beneficio de una profesión tan linda y que es fundamental en la administración de justicia”. “Los abogados son parte vital de nosotros y como tales requieren también la misma formación que tenemos los jueces en el sentido de buscar toda aquella interacción y capacitación con nosotros a través de la Escuela Judicial y en este momento la Comisión Nacional de Disciplina Judicial”, anotó la magistrada Martha Isabel Rueda Prada.
La parte práctica se ilustró con la exposición de algunas providencias, a cargo de la Dra. Magda Victoria Acosta, vicepresidenta de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, del magistrado de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial y Juan Carlos Granados, así como de los magistrados de la Comisión Seccional de Disciplina Judicial de Santander Dra. Martha Isabel Rueda Prada y Dr. Carmelo Tadeo Mendoza.