Investigadores y estudiantes de las escuelas de Ingeniería Química y Diseño Industrial de la Universidad Industrial de Santander (UIS) se unieron para lanzar la primera expedición botánica que enseña a niños, niñas y jóvenes del páramo de Santurbán a optimizar los procesos productivos agrícolas de su región.
La idea surgió gracias a la Escuela de Diseño Industrial en alianza con el MoviLab, programa que viene liderando el Centro de Investigaciones en Catálisis (CICAT) de la UIS, y con el que ha llegado a diferentes municipios de la provincia de Soto Norte para incentivar el amor y el interés por la ciencia y la educación en escolares, apoyados en un divertido personaje llamado “Meyer UIS”, que se convierte en su gran amigo, profesor y guía en el desarrollo de experimentos caseros y juegos didácticos.
En esta oportunidad, la expedición botánica llegó hasta el Colegio Integrado San Antonio (CISA) del municipio de California, para enseñarles a más de 15 niños, niñas y jóvenes sobre el proceso de crecimiento de las plantas, gracias a un mini invernadero modular y didáctico creado por los estudiantes Sergio Andrés Díaz Rodríguez y María Luisa Angulo Guarguati, bajo la dirección del Profesor Vaslak Rojas Torres, de la Escuela de Diseño Industrial de la UIS. La actividad también contó con el apoyo del profesor Javier Sanabria Cala, de la institución educativa del municipio.
Con esta herramienta didáctica, los estudiantes observan y analizan el impacto de las condiciones ambientales de luz y humedad asociadas al estado atmosférico y cambios de temperatura registrados en territorios de páramo. De esta manera, se busca que los pequeños habitantes de la región puedan conocer más sobre el cultivo y el proceso de producción agrícola, mediante el uso de este tipo de herramientas que pueden resultar fáciles de construir y adaptables a sus condiciones.
Según el ingeniero químico Sergio Andrés Rincón, integrante del Centro de Investigaciones CICAT y quien lidera el MoviLab, el propósito es generar estrategias pedagógicas y divertidas que, además de enseñar, incentiven la curiosidad y el amor por la ciencia y las carreras profesionales afines a ella. “Queremos cerrar la brecha y aportar significativamente a la educación rural, enseñarles a niños, niñas y jóvenes que el conocimiento es transversal, es divertido y es posible cumplir su sueño de llegar a la Universidad y convertirse en los futuros científicos que ayuden a transformar nuestro país”.
El MoviLab espera llegar con su expedición botánica a más colegios rurales de Santander, especialmente aquellos con la modalidad de multigrados, donde los salones de trabajo están conformados por estudiantes de diferentes grados.
“Una vez fue implementado en este primer colegio, la idea es poder llevarlo junto con el apoyo de la Escuela de Diseño Industrial, a colegios multigrado donde los procesos curriculares son más difíciles. La herramienta está diseñada de forma modular, permitiendo que niños de diferentes grados puedan conocer el proceso en las facetas que vayan acorde a su nivel”, aseguró Sergio Rincón.