La contaminación por microplásticos en los ecosistemas marinos afecta a diversos organismos, como el zooplancton, debido a que estos los confunden con alimento. Este hecho representa amenazas en las dinámicas biológicas porque dichas especies actúan como un eslabón transicional entre los productores primarios y los niveles tróficos superiores.
Es por esto que, desde la Universidad Industrial de Santander, se adelanta un trabajo de investigación que tiene como objetivo identificar si en áreas protegidas de Colombia se encuentra la presencia de microplásticos.
“En Colombia se vienen desarrollando investigaciones desde 2018, este proyecto se presenta en 2021, entonces queríamos saber si hay presencia de microplásticos y si estos estaban entrando en la cadena alimenticia por alguna vía del ecosistema marino, particularmente en el plancton. Entonces el objetivo era identificar si estos microplásticos estaban siendo ingeridos por el zooplancton”, afirmó María Isabel Criales Hernández, bióloga marina, quien fue profesora de la UIS y actualmente trabaja en la Universidad Nacional de Colombia.
En la investigación se evaluaron y compararon métodos reportados en la literatura para la digestión de materia orgánica y, a partir del protocolo estandarizado, se logró la extracción de microplásticos ingeridos por los grupos zooplanctónicos más abundantes en un periodo de baja precipitación en el Parque Nacional Natural Corales de Profundidad y en el Parque Nacional Natural Los Corales del Rosario y de San Bernardo, las cuales son Áreas Marinas Protegidas (AMP) del Caribe colombiano.
“Este proyecto nace en la UIS hace dos años con el profesor Rafael Cabanzo y la Universidad abre una convocatoria enfocada en apuntarle a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En la UIS siempre promoví muchas investigaciones en el tema marino y como estaba en la ‘década de los océanos’ mi idea fue continuar algo que realmente pudiera contribuir con las investigaciones de este objetivo que se estaba desarrollando en este momento y que todavía estamos en él”, recordó Criales Hernández.
El zooplancton es un pequeño organismo que mide alrededor de 300 a 500 micras; es importante porque es el alimento fundamental de todos los organismos marinos. Es un recurso necesario al ser la base alimenticia de todos los organismos que viven allí, por lo que es un eslabón supremamente delicado y a pesar de que son muy pequeños, son sensibles al cambio climático y edificaciones del océano.
Es por esto que los investigadores quisieron analizar si estaban siendo afectados con la contaminación por los plásticos y así ver si estos organismos también consumen plásticos, como las tortugas, las ballenas y peces, entre otros.
“Como resultados evidenciamos que tenemos cantidades de microplásticos en los océanos del país, esto es algo que no podemos evitar, por lo que los valores están en promedio a lo que hay en otros lugares del mundo. Dentro del área de los parques hay mayor impacto, especialmente en lo turístico, por ejemplo Playa Blanca, vimos un problema en el manejo de residuos por parte de residentes y turistas, además encontramos que organismos ya estaban consumiendo microplásticos”, agregó la investigadora.
Dentro del trabajo en campo se tuvo diferentes reuniones con las comunidades para socializar lo que pasaba en las áreas, explicar el problema, ver soluciones para mitigar y así mostrar de una forma certera que ellos no son ajenos a esta amenaza ambiental que ocurre a nivel mundial.