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Investigación revela cinco nuevas especies de serpientes para la ciencia en la Cordillera Oriental de Colombia

Ejemplar de Atractus wagleri de San Vicente de Chucurí, una de las especies estudiadas en investigación UIS
Ejemplar de Atractus wagleri de San Vicente de Chucurí, una de las especies estudiadas en este trabajo. Foto suministrada: Elson Meneses-Pelayo.

Un equipo de investigadores de varias instituciones nacionales e internacionales, entre ellos el biólogo Elson Meneses Pelayo, estudiante de doctorado de la Universidad Industrial de Santander (UIS), lograron la descripción de cinco nuevas especies de serpientes tierreras del género Atractus, distribuidas a lo largo de los Andes nororientales de Colombia. Este trabajo es considerado un avance significativo en el conocimiento de la biodiversidad herpetológica.

La revisión taxonómica de estas nuevas serpientes fue posible gracias a una exhaustiva investigación desarrollada en las áreas de los Andes nororientales de Colombia, la Serranía del Perijá y la Cordillera de Mérida en Venezuela. Este hallazgo no solo representa un avance importante en la comprensión de la diversidad herpetológica de la región, sino que también resalta la necesidad de conservar los ecosistemas montañosos que albergan estas especies.

A través de un análisis riguroso de 29 nombres de especies de este género, los investigadores evaluaron su posición taxonómica mediante la congruencia de caracteres fenotípicos, como la folidosis, morfometría, patrones de color y características osteológicas. Los hallazgos respaldan el reconocimiento de un total de 23 especies en esta región, de las cuales seis son nuevas para la ciencia, cinco de ellas descritas en este estudio. Estas nuevas especies se identificaron gracias a características diagnósticas únicas o combinaciones exclusivas de las mismas.

Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista internacional especializada South American Journal of Herpetology. Ver link : https://doi.org/10.2994/SAJH-D-23-00022.1

Estas especies de reptiles pertenecen a un grupo de serpientes semi-fosoriales que habitan principalmente en la zona andina. Son de tamaño pequeño, no superan los 40 centímetros de longitud, y son completamente inofensivas, ya que carecen de veneno. Su dieta se basa en pequeñas lombrices de tierra y otros invertebrados que encuentran bajo rocas, troncos y hojarasca en su entorno.

Fotografía de microhábitat de las especies de serpiente del género Atractus.
Microhábitat típico donde se pueden encontrar las especies del género Atractus, suelos húmedos, hojarasca, bajo rocas y troncos. Ejemplar de Atractus uroborus de Zapatoca, Santander. Foto suministrada: Elson Meneses-Pelayo.

El estudio no solo contiene descripciones de las nuevas especies, sino que también presenta una clave dicotómica que facilitará la identificación de todas las especies reconocidas en el área de estudio. Además, se discuten implicaciones importantes sobre la taxonomía de especies a lo largo de fronteras políticas y la necesidad de un examen crítico de los especímenes, para poder establecer y reconocer objetivamente la diversidad real de especies sin importar las fronteras políticas.

Según los investigadores, este hallazgo resalta la relevancia de la investigación taxonómica para la conservación de la biodiversidad y subraya la necesidad de enfocar esfuerzos en áreas geográficas poco estudiadas. Esto adquiere especial importancia en un país como Colombia, reconocido por su gran diversidad de ambientes y regiones que aún requieren una exploración y estudio más exhaustivos.

Nuevas especies del genero Atractus para la ciencia

Las cinco nuevas especies descritas en este trabajo de investigación corresponden a poblaciones de serpientes distribuidas en la Cordillera Oriental de Colombia, abarcando los departamentos de Boyacá, Santander, Norte de Santander, Cesar y La Guajira

La primera especie, Atractus dativus, se conoce únicamente en una localidad de Boyacá, situada entre los municipios de Soatá y Susacón. Su nombre, dativus, es un adjetivo en latín que alude al acto de proveer u ofrecer algo a alguien. Este término hace referencia a la popular expresión colombiana “Dios proveerá”.

La segunda especie, Atractus muisca (Figura 4), se encuentra principalmente en el departamento de Santander, en municipios como Floridablanca, Málaga (Figura 5), Charalá y Encino, en los límites con Boyacá. Su nombre, muisca, rinde homenaje a la civilización precolombina que habitó las tierras altas de la Cordillera Oriental de Colombia. Los Muiscas fueron un ejemplo notable de sociedad igualitaria y sostenible. Sus caciques, sabios administradores, implementaron un sistema de redistribución social que complementaba el intercambio económico. A través del tributo, retenían los excedentes productivos y redistribuían una parte entre la población mediante un fondo común de consumo.

Imagen de ejemplar macho adulto de serpiente del género Atractus Musica.
Ejemplar macho adulto proveniente de Málaga, Santander correspondiente a un paratipo de Atractus Muisca, especie nueva descrita en este trabajo.
Fotografía del hábitat natural de la serpiente Atractus Muisca, descrita en la investigación UIS.
Hábitat natural de Atractus Muisca en el municipio de Málaga, zonas de potreros con suelos húmedos donde estas serpientes se pueden encontrar bajo las rocas.

La tercera especie, Atractus pearti, habita las tierras medias y altas de la Serranía del Perijá, entre los departamentos del Cesar y La Guajira. Su nombre rinde homenaje a Neil Peart (1952–2020), icónico baterista y letrista de la banda de rock progresivo Rush.

La cuarta especie, Atractus tritono, es una especie que se encuentra en los municipios de Chitagá, Pamplona y Toledo, norte de Santander, en alturas entre los 1700 y 2500 metros sobre el nivel del mar. El nombre de esta especie “tritono” hace referencia a un intervalo entre picos de dos notas musicales que tiene exactamente tres tonos enteros.

La quinta y última especie, Atractus uroborus, habita únicamente en las tierras altas de la Serranía de los Yariguíes entre los municipios de Zapatoca y El Carmen de Chucurí. El nombre de esta especie corresponde a un antiguo símbolo que muestra a una serpiente que se muerde la cola, símbolo usado en la mitología griega y cultura egipcia. El uroborus se interpreta a menudo como renovación eterna del ciclo de la vida, muerte y renacimiento.

Este trabajo resalta el papel crucial de la investigación científica en la protección y comprensión de la biodiversidad en una de las zonas más diversas del planeta.