Fotos: Juan Manuel Esparza, Dirección de Comunicaciones UIS
La naturaleza es resiliente, sabia, se ‘autocura’… Los frailejones que hace cerca de un mes fueron ‘devorados’ por las llamas en la vereda Ucatá, sector del Páramo de Berlín, en Tona, Santander, comienzan a dar muestra de su fuerza en medio de la ‘agonía’ que evidenciaban unas 400 hectáreas.
Las buenas nuevas han ido llegando, así como lo pronosticaron investigadores UIS que se desplazaron a la zona y cuyo presagio fue reforzado por campesinos quienes más que nadie saben del funcionamiento de la vida paramuna.
“A un mes de haber enfrentado el incendio forestal, nos alegra ver cómo la naturaleza responde con resiliencia. Los frailejones, se mantienen firmes, mostrando su fuerza y resistencia. Cada esfuerzo cuenta en esta etapa de recuperación y protección de nuestro ecosistema”, manifestó a través de su cuenta de X, Alejandro Estrada, gerente del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, Amb.
La misma noticia fue dada por Orlando Velandia, un lugareño, quien hace algunos días informó a la Dirección de Comunicaciones de la UIS, que “los frailejones ya están prendiendo lo más de bonitos, se ven como una motica de algodón. Yo creo que de aquí a diciembre, que es cuando florecen, ya se habrán recuperado casi por completo””… Su voz tenía un dejo de alegría y esperanza.
Cabe recordar que tras la visita realizada por expertos de la Universidad Industrial de Santander, quienes acompañaron una iniciativa convocada por el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga y la Cdmb, y que contó con el apoyo del Ejército Nacional, organizaciones científicas, empresas privadas y universidades de la región, se conoció la buena noticia de que había esperanza de vida entre los frailejones calcinados.
“Aunque el panorama es triste y desalentador, hay una gran esperanza de vida para la vegetación, pero depende principalmente de las condiciones ambientales y del trabajo que se pueda adelantar, estrategias de conservación del suelo y propagación de especies nativas.
“Al abrir las hojas de los frailejones se observó que el cogollo que permite su crecimiento permanece humedecido y protegido por las mismas hojas, al igual que su tallo”, comentaron los profesores UIS, Diego Suescún, del programa de Ingeniería Forestal de la sede Málaga, y Javier Pinzón Torres, de la subdirección académica del Instituto de Proyección Regional y Educación a Distancia (Ipred).
Hoy, esos mismo investigadores celebran la noticia de que el pronóstico se está cumpliendo. “Realmente la noticia la recibimos con bastante agrado, es gratificante observar que la hipótesis que teníamos inicialmente se está evidenciando con el crecimiento de las plantas, en este caso los frailejones que era la comunidad vegetal que más preocupaba a las comunidades humanas y la región”, manifestó Pinzón, al tiempo que explicó cómo estas plantas logran sobrevivir a este tipo de catástrofes.
Al tener su hábitat en alturas superiores a los 3.000 metros y con temperaturas muy bajas, los frailejones tienen un mecanismo de protección en la parte apical, basado en una especie de ‘armadura’ de hojas con las que protegen sus áreas vitales y sensibles. Afortunadamente esta vez el sistema les funcionó para protegerse de las altas temperaturas en el incendio. Sin embargo, según Pinzón, es importante que el proceso, por sí solo, siga su curso natural.
“En las imágenes que nos han enviado se puede apreciar que en el suelo hay unos rebrotes de unas especies de gramíneas propias de la zona, estos tallitos es importante que sigan su trascurso natural. En caso de que la población civil o curiosos con buenas intenciones quiera verificar la recuperación del páramo, muy posiblemente van a pisar esta vegetación que está creciendo; es importante que no se visite la zona, se deje recuperar para que estas especies rastreras que están protegiendo el suelo, tengan la posibilidad de desarrollarse tranquilamente”.
Por su parte, Fernando Rondón, Vicerrector de Investigación y Extensión de la UIS, también expresó su regocijo ante la buena noticia: “recibo esta noticia con agrado, desde el momento mismo de la visita técnica ya habíamos visualizado algunos rebrotes a nivel del suelo. Sostenernos un poco en el tema de que la esperanza se mantiene”.
En cuanto a la articulación de la UIS con diversas entidades para continuar con el monitoreo en el proceso de recuperación del páramo, el vicerrector manifestó que “se ha planteado realizar visitas técnicas, estamos trabajando de la mano con otras entidades porque es importante que cada uno ponga sus esfuerzos y se concentren en este proyecto de lograr recuperar este valle de frailejones y la zona que sufrió con la conflagración.
“También es importante destacar que cuando a las personas se les diga ‘evitemos subir al páramo’, hay que hacer caso de eso porque esa es una zona en ‘cuidados intensivos’ que requiere recuperarse y los especialistas somos los que estamos tratando en tratar de identificar efectivamente qué requiere ese ‘paciente’ para que se pueda recuperar en un mediano o largo plazo, y como estamos viendo, están respondiendo de manera muy positiva con las condiciones climáticas que se han presentado en los últimos días”.
Don Orlando Velandia cree que antes de terminar este año, los frailejones ya estarán curados en un 50%… Y más aún cuando la lluvia ha estado a favor.