Icono de atajos

Estudiantes de la Escuela de Filosofía UIS y el círculo de mujeres y diversidades sexuales, ‘Minervas’, inauguraron el primer baño diverso de la Universidad

La intervención de este espacio en el tercer piso de la Facultad de Ciencias Humanas se llevó a cabo el día de hoy y surgió gracias a la iniciativa de varios estudiantes de la Escuela de Filosofía que se han venido formando en distintas temáticas y en distintos espacios en la Escuela, en torno a los feminismos y a la teoría Queer.

Uno de los voceros de la iniciativa, Diego Suárez, manifestó que le parecía importante reconocer esa problemática, donde hay distintas maneras de apropiarse los espacios, sobre todo para las personas diversas. Suárez fue quien lanzó la iniciativa y a partir de allí distintas mesas, una de ellas la de género, impulsaron la palanca de intervenir un baño provisionalmente para así empezar a generar el debate con espacio físico, concreto, que haga una ruptura fuerte y visible de cara a las problemáticas que se viven como sociedad.

El baño diverso funciona como un espacio abierto en la facultad, el acceso al baño no tiene ninguna barrera, es un baño común, solo que tiene los elementos tanto de los orinales como de los sanitarios convencionales. En la entrada está un logo con el que se hace la salvedad de que se trata de un baño diverso, pero básicamente es un espacio en donde cada uno, cada una, ‘une’ debe revisarse, debe hacer autoconsciencia y debe hacer un ejercicio de cuestionarse si le conviene, no le conviene, si se siente cómodo, si está dispuesto a respetar, en fin, para poder usar ese espacio.

En cuanto a los objetivos de la creación de este espacio estuvieron el hacer la intervención concreta de un espacio para hacer que las personas repensaran las maneras de habitar con la diferencia, empezar a proyectar distintas estancias pedagógicas y de acompañamiento para la discusión pública, en el campus universitario y de cara a los desafíos que como sociedad se viven en relación a las cuestiones de género y de inclusión.

La diferencia con un baño binario es que busca salir de esa norma heteronormativa para ir hacia terrenos donde  las personas piensen en la complejidad de lo que como individuos son. “Hoy en día todos tenemos otras maneras de entender nuestra visión de mundo, de posicionarnos políticamente, entonces cuestiones como nuestra orientación sexual, como nuestra identidad, cómo construimos vínculos, desde el afecto, desde la comprensión, desde el respeto, son mucho más complejas y van más allá de entender si estoy hablando o interactuando con alguien que es masculino o femenino, además porque también implica las transformaciones de los cuerpos, muchos de ‘nosotres’ tenemos formas distintas de vestirnos, de representarnos, de cómo queremos que nos traten, de qué pronombres usar, entonces recogiendo todas estas coyunturas, complejidades con las cuales convivimos a diario, es ver qué vamos a hacer con ello, cómo las vamos a asumir y cómo las vamos a integrar a nuestra visión de mundo y este es un gran paso”, destacó Nathalia Mendoza, docente de la  Escuela de Filosofía UIS.