Con el objetivo de ayudar a niños a desarrollar habilidades de motricidad fina, despertar su pasión por el arte y sus habilidades creativas, Carolina Acevedo, egresada de Ingeniería Metalúrgica UIS, creó Lolo Art en medio de la pandemia.
La idea fue pensada, en sus inicios, como un espacio en donde los niños y jóvenes pasaran el tiempo en casa debido al receso escolar causado por la pandemia. A partir de eso surgieron los kits “Pequeños artistas” y el canal de YouTube con los videotutoriales. Su idea de negocio fue llevada, a través de la virtualidad, a varias partes de Colombia, logrando captar la atención de adultos que han encontrado en este arte una forma de expresión y liberación.
Sin embargo, para Carolina era tiempo de avanzar hacía algo más, sentía que su pasión por el arte y las manualidades era algo de lo cual podría vivir, así que paralelamente a los talleres y videos, diseñó un modelo de figura basada en Disney, una versión diferente, animada, colorida, que motivó e impulsó el inicio de lo que hoy es su fuente principal de ingresos, las figuras personalizadas.
“La vida me presento una oportunidad muy grande para desempeñar la pasión que siempre he tenido por el arte, la cual me ha permitido ser independiente y manejar mis tiempos y horarios, eso ha sido una ventaja muy grande, sin embargo todo lo que soy y he aplicado en mi empresa lo he aprendido a lo largo de mi desarrollo profesional”, resaltó Carolina.
Con respecto a su carrera, resalta que nunca la ha dejado de lado, pues aplica los conocimientos aprendidos en su emprendimiento, al igual que su experiencia por más de siete años como ingeniera le ha permitido seguir creciendo en Lolo Art.
“Manejo muchas cerámicas y porcelanas en mi trabajo diario y en Lolo Art tenemos un proyecto en desarrollo, se basa en la producción de nuestra materia prima y arcilla polimérica, debido a la alta demanda en el país, es un mercado que está en crecimiento y la producción actual en Colombia es escasa, así que es una buena oportunidad de negocio e inversión”, afirmó.
Por la UIS siente una gratitud infinita, resalta que su paso por la institución fue una época increíble, que le dejó muchos aprendizajes, profesores increíbles, colegas, amigos y su compañero de vida, su esposo. No descarta volver a las aulas de clase y si en un futuro lo volviera a hacer, se inclinaría por estudiar diseño gráfico y una maestría en negocios internacionales.