“Lo importante no es mantenerse vivo, sino mantenerse humano”, es el recordatorio que se lee en un papel tamaño carta que decora una de las paredes del salón de informática, de la Institución educativa La Estación. Allí, tres estudiantes de décimo grado, ojean las cajas recién llegadas que se encuentran sobre las mesas, que también son nuevas. Su habitual sala de informática parece estar a punto de tener un cambio.
El colegio, ubicado en la vereda Cerro de la Aurora en Lebrija, sobresale entre la espesa y fresca vegetación que lo rodea, tan característico de la vida en campo. La misma vegetación que metió en apuros al equipo de la Universidad Industrial de Santander que se desplazó hasta el lugar y por el que fue necesario que varios voluntarios se bajaran del vehículo para mover con sus manos y fuerza, las ramas de los árboles que les impedía cruzar el camino para llegar al lugar donde los estudiantes de La Estación los estaban esperando.
“Esto es una ayuda muy grande, le cuento. Porque, cuando teníamos horas de informática, no aprendíamos igual, nos tocaba compartir computador todo el tiempo y eso más de uno quedábamos jodidos, eso no servía. Y ya con el apoyo que ustedes nos dieron, nos va a servir ya para tener cada uno su computadorcito y aprender mejor”, expresó John Murillo, personero del Colegio sobre la forma en la que recibían estudios antes en esa pequeña sala de informática.
Y es que este día marcó el inicio de una nueva experiencia académica para los 150 estudiantes que forman parte de esta institución educativa. El 17 de octubre de 2024 quedará marcado como el día en el que llegó la Universidad Industrial de Santander a dotar de kits escolares, mobiliario y 15 computadores nuevos. Antes de la visita, estudiantes y profesores contaban únicamente con cuatro equipos.
“Para nosotros es muy importante porque pudimos organizar mejor lo que es el aula informática con las mesas que nos pudieron traer y con los equipos que nos trae la UIS es podemos ahora sí darle a los niños la educación de calidad que necesitan en la parte tecnológica. Toda la comunidad está muy contenta de que nos tengan en cuenta con esta donación porque así poco a poco vamos garantizando una mejor educación para los jóvenes de la vereda”, aseguró la rectora del colegio Dolly Consuelo Herrera.
La actividad formó parte del programa Donaciones con Responsabilidad Social UIS, una estrategia con la que la institución continúa afianzando su compromiso con la región, brindando oportunidades a zonas rurales donde los recursos han puesto limitaciones en la garantía de una mejor educación.
“Hoy la universidad dejó su granito de arena en esta institución, entregándoles en donación sillas, mesas, computadores y elementos de laboratorio que pueden servir para poder llevar a cabo sus clases de los estudiantes. Lo hacemos con el alma y el corazón, porque esto es, aparte de amar y de querer lo que hacemos como universidad, estamos mejorando las condiciones de vida para estos niños”, explicó Luz Marina Duarte García, jefe de Sección de Inventarios de la UIS.
Pero los computadores que ahora instalan los niños en su renovada aula de informática, no fueron la única huella que la UIS quiso dejar en los niños y adolescentes del colegio. Después de todo, la actividad no sería la misma sin los estudiantes UIS que brindaron un rato de alegría, cultura y color, gracias a sus presentaciones de danza y teatro. Aún con los compromisos de sus carreras, los integrantes del Grupo de Música y Danzas UIS y el Grupo de Teatro UIS sacaron el tiempo para presentarse ante este nuevo público, que rara vez se encuentra con actividades de este tipo en su comunidad.
Los niños, disfrutaron y rieron con las ocurrencias y profesionalismo que los estudiantes UIS imprimieron en sus presentaciones, y de paso, no faltaron las oportunidades para acercarse a ellos y preguntarles sus inquietudes sobre lo que significa estudiar en la universidad pública más importante del oriente colombiano.
“La actividad que hicieron hoy fue súper espectacular, excelente, y les damos muchísimas gracias por las cosas que nos regalaron, son muy amables. Siempre ha sido mi sueño estudiar en la UIS, ojalá pueda estudiar Medicina o Enfermería”, dijo con alegría Jennifer Daniela Gómez, Bermúdez, del grado 11.
Con la satisfacción de aportar a la educación de una nueva región de Santander y en especial la sonrisa de los niños, finalizó una nueva jornada de este programa que demuestra que la UIS también se construye desde fases muy tempranas en el territorio. Y puede ser que en la región aún haya muchas cosas por cambiar, pero con este nuevo gesto continuamos respaldando la frase que se lee en esa sala de informática: Lo importante, es mantenerse humano.