A las 7:00 de la mañana, con el sol apenas despuntando y la ciudad aún en su letargo matutino, una comisión del programa de Donaciones con Responsabilidad Social, de la Universidad Industrial de Santander, salió desde Bucaramanga. El destino: la vereda San José de Arévalo, en el municipio de Rionegro, Santander. El motivo: una significativa donación de mobiliario y equipos de cómputo, por parte de la UIS, al Colegio Rural Llano de Palmas, sede J, de la que hacen parte cerca de 90 niños, desde el grado cero hasta undécimo.
Al casco urbano de Rionegro, el bus verde con blanco de #LaUisQueQueremos, arribó a las 8:05 am, y desde allí tomamos una angosta y polvorienta carretera que nos conduciría a la vereda. Por cerca de una hora transitamos la maltrecha vía llena de desfiladeros. El calor era más que latente, con el clima cálido evidenciado no solo en el sofoco sino en los extensos cultivos de cacao, café, cítricos y plátano que bordeaban la carretera. Olía a mandarinas, a naranjas, a limones… Fue una hora de carretera destapada para ser recibidos con la hospitalidad propia del campo. Un saludo cálido y firme, en el que con solo el apretón de manos se sentía el trabajo arduo del campesino en la tierra. Una bienvenida que hablaba de la generosidad de la comunidad rural.
Y a lo que fuimos. La ceremonia de entrega del mobiliario comenzó a las 10:00 de la mañana con la entonación de los himnos, llenando el aire de un solemne patriotismo. Los estudiantes del colegio sacaron a relucir sus dotes artísticas en canto, poesía y actuación, demostrando que, aunque los recursos sean escasos, el talento y la creatividad abundan.
El Grupo de Teatro y el Grupo de Danzas de la UIS se encargaron de aportar su cuota de entretenimiento, con obras y danzas típicas. La comunidad estudiantil disfrutó de estas presentaciones que parecían acercar aún más los lazos entre la universidad y el colegio rural.
Más de 400 elementos, representados en sillas, mesas, bibliotecas, archivadores, muebles, computadores, escritorios, telones de proyección y hasta greca, recibieron en la institución por parte de la UIS, como parte del programa de Donaciones con Responsabilidad Social. En este caso, se beneficiaron 90 estudiantes de la sede J y más de 400 de otras sedes. Además, los más pequeños recibieron kit escolar… Sus sonrisas fueron el mejor agradecimiento.
De acuerdo con Luz Marina Duarte, jefe de sección de inventarios de la UIS, este programa “consiste en que los elementos que estemos dando de baja, pero que quedan en buen estado, se pueda alargar su vida útil en las instituciones públicas, dándoles un buen uso para los estudiantes de bajos recursos o las escuelas que casi no llegan recursos del estado para poder comprar este tipo de mobiliario”.
La alegría por contar con nuevos elementos para su aprendizaje, era más que evidente en los rostros de niños y jóvenes quienes, con palabras y sonrisas, dieron a conocer su agradecimiento.
“Recibimos estas ayudas con mucha alegría porque eso nos ayuda para seguir en nuestros estudios y ser cada vez mejores. Alegre porque sabemos que todas esas donaciones que hicieron de computadores y mesas nos ayudan mucho”, manifestó Adrián Ramírez Moncada, estudiante de grado quinto.
Heily Díaz Hernández, representante estudiantil, destacó la importancia de esta donación: “Nosotros como comunidad educativa agradecemos a la Universidad Industrial de Santander por el apoyo que nos brindan con este material y los equipos de cómputo que tanta falta nos hacían. Por ello nos comprometemos a cuidar y proteger estos nuevos recursos para el buen desarrollo académico y pedagógico”.
Por su parte, Lisis Badillo Morales, egresada UIS y docente de español y Literatura, explicó el proceso que llevaron a cabo para recibir estas ayudas. “La gestión la lideró la profesora Judis, quien también es egresada de la UIS, licenciada en Idiomas. Pasamos una carta a la Universidad Industrial de Santander en la cual expresamos las necesidades más sentidas que tenemos en esta sede. Después de un tiempo, se pusieron en contacto con la profe y dijeron que nos podían dar un material, la profesora asistió y revisó el material, y la Universidad nos hizo el inmenso favor de traerlo hasta la sede”.
El programa de Donaciones con Responsabilidad Social, liderado por la UIS, funciona desde el año 2012 y ha llegado a sitios remotos, no solo de Santander sino incluso de La Guajira, Nariño, Boyacá, Antioquia y Norte de Santander, beneficiando, hasta el momento, a 130 instituciones educativas.
La ceremonia concluyó al mediodía, y con el regocijo que da la misión cumplida, con las barrigas llenas con un buen caldo de gallina, y los corazones contentos, nos encaramamos al bus de regreso a Bucaramanga. El viaje de vuelta, aunque polvoriento y lleno de desfiladeros, llevaba en el aire un nuevo aroma de esperanza y progreso para los estudiantes del Colegio Rural Llano de Palmas.
A través de su programa de Donaciones con Responsabilidad Social, la Universidad seguirá apoyando a escuelas y colegios públicos del país en el propósito de mejorar las condiciones para el aprendizaje de jóvenes en zonas de difícil acceso, al tiempo que se dignifica lo público.