A 3.400 metros sobre el nivel del mar, las montañas parecen tocar las nubes… Mientras una temperatura de menos de 10 grados cala hasta los huesos, en pleno corazón del Santurbán la Universidad Industrial de Santander pone en funcionamiento el primer sistema de almacenamiento de energía solar térmico del país, una gran iniciativa que busca mejorar la calidad de vida de las comunidades de zona de montaña.
Se trata de un dispositivo que transformará no solo el agua y el aire frío en caliente, sino las condiciones de vida de los habitantes del Páramo de Santurbán, quienes hoy ven con buenos ojos la puesta en marcha de este proyecto que busca, además, reducir costos en el uso de la energía.
El proyecto, que fue posible gracias a una alianza estratégica entre la UIS y la Universidad de Northumbria del Reino Unido, en articulación con el sector empresarial (Industrias Acuña Ltda. y Refugio Piedra Parada), fue lanzado este viernes en el corregimiento de Berlín, municipio de Tona (Santander).
“Como representantes de los campesinados damos las gracias a la UIS por habernos tenido en cuenta. Queremos que este proyecto se siga desarrollando en nuestro municipio a nivel de comunidades, porque va a ser de beneficio para nuestro bolsillo y para la preservación del medio ambiente. Como campesinos merecemos estas oportunidades”, expresó Mario Tolosa, presidente de Asojuntas del municipio de Tona.
Yolanda Pulido, presidenta de junta del sector Los Canarios, también celebró la puesta en marcha de este sistema. “Nos sentimos muy orgullosos de que hayan tenido en cuenta a Berlín para la puesta en marcha de este proyecto, único en Latinoamérica. Esto va a reducir los costos de la luz eléctrica convencional, mejorando nuestra economía”.
La problemática ambiental es latente. Alternativas como esta permiten capturar la alta radiación solar, almacenarla y convertirla en calor para producir agua caliente y calefacción en una vivienda, utilizando residuos locales de la industria agrícola y reducir las emisiones de CO2.
“Este proyecto es de gran impacto porque cumple con varios objetivos de desarrollo sostenible, entre ellos: reducción de la pobreza, mejoramiento de la calidad de vida y protección del medio amiente. Es una iniciativa con un gran impacto social y con un gran componente ambiental”, expresó el profesor e investigador UIS, Viatcheslav Kafarov.
Víctor Alexis Lizcano González, estudiante de doctorado vinculado al proyecto, informó que la iniciativa lleva dos años, uno en etapa de diseño y otro en etapa de construcción. “Este sistema busca aprovechar la captación de radiación solar y brindar calefacción y agua caliente para una vivienda (prueba piloto). Durante un año realizaremos la recolección de datos y podremos determinar si, a futuro, se pueden diseñar sistemas más grandes para suministro de agua en caseríos, en conjuntos de vivienda o en aplicaciones agroindustriales y comerciales”.
Precisó que, debido a las bajas temperaturas “tuvimos que seleccionar los colectores más eficientes del mercado para este tipo de sistemas (colectores de doble tubo al vacío), ellos reciben la radiación solar y calientan unos tubos internos y estos tubos luego calientan agua a través de los colectores y esta agua se lleva a un tanque de almacenamiento de calor. Tenemos un material que nos da la posibilidad de almacenar grandes cantidades de calor, obtenido de un subproducto de la industria de la refinación de aceite de palma”.
Este proyecto también se convierte en un gran aliado para el fortalecimiento del ecoturismo y por ende aporta a la generación de empleo.
“Esto nos permite dar un paso adelante al ecoturismo sostenible. Se trata de un proyecto muy importante desde varios ejes. Primero, aporta al eje ambiental porque las comunidades campesinas van a dejar de usar la leña para generar calefacción y ahí ya tenemos una ganancia. Segundo, desde el punto de vista económico para los empresarios que, como yo, vamos a poder usar la energía del sol para generar calefacción y agua caliente y con estos tener ahorros de consumo de energía eléctrica del sistema convencional”, precisó Nicolás Mantilla, gerente general del Refugio Piedra Parada.
La estación experimental fue instalada en una de las viviendas del hotel Refugio Piedra Parada, un eco resort ubicado en la zona del Páramo de Santurbán sobre el km 57 de la vía Bucaramanga a Cúcuta.
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