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Refinería de Ecopetrol en Barrancabermeja.
Refinería de Ecopetrol en Barrancabermeja, donde se refinan y transforman la mayoría de crudos que se producen en Colombia. FOTO/Cortesía ECOPETROL.

Por Gonzalo Serpa Isaza, periodista editor Cátedra Libre

Una duda asalta a muchos colombianos por los anuncios y rumores de que la economía extractiva va a llegar a su fin y con ello se paralizarían las actividades de exploración petrolera e incluso su producción. Para ello, consultamos con expertos. En primera instancia, indagamos cuánto petróleo le queda a Colombia en estos momentos y para cuánto tiempo alcanzaría.

«Las reservas probadas estimadas en Colombia son de 2000 millones de barriles, lo cual se traduce en relación de reservas/producción de 7.1 años (Statistical review of world Energy, 2021)», informa la ingeniera Zuly Calderón, profesora de la Escuela de Ingeniería de Petróleos de la UIS.

La extracción de ese petróleo y otro que aparezca «podría realizarse de tres maneras claramente diferenciadas: recuperación primaria, secundaria y terciaria. En la recuperación primaria pueden ocurrir diferentes mecanismos que utilizan la energía propia del yacimiento para producir el hidrocarburo. En la recuperación secundaria se utiliza inyección de agua o de algún gas para facilitar la producción de petróleo y para mantener la presión del yacimiento. Finalmente, en la recuperación terciaria, también conocida como recuperación mejorada, se pueden inyectar químicos, gases miscibles o inmiscibles o calor, con el fin de modificar las propiedades de la roca o de los fluidos y así facilitar la producción de hidrocarburos (Stosur, et al., 2003)», cita la profesora Zuly Calderón.

Exploración y explotación

Al plantear que si la transición energética anunciada por el nuevo Gobierno paralizaría la exploración y explotación de petróleo, el ingeniero Óscar Vanegas señaló: No, es que Petro está equivocado, el mismo José Antonio Ocampo ya ha dicho que, en términos económicos, la producción de petróleo tiene que continuar y, por términos de disponibilidad de recursos energéticos, hay que mantener la exploración para sostener las reservas porque estas se mueven uno a uno: uno que se produce, uno que se reincorpora; y si no se explora no hay reincorporación y se nos agota el petróleo. Es como si usted parara una fábrica: se desocupa la bodega».

Las posibilidades de encontrar más petróleo en el país se sustentan en la exploración: «Colombia nunca fue agresivo en exploración, Ecopetrol tomaba siempre los campos que las compañías transnacionales iban dejando, como los de Colpet en El Centro y en Tibú; pero las cosas empezaron a cambiar en la exploración con el aumento de los precios en 2008 con una acción más agresiva, cuando Ecopetrol tuvo que hacer un proceso de mini privatización y empezó a ser una empresa con una visión diferente, incluso a buscar acciones en el exterior y a comprar campos», refirió el ingeniero de petróleos y profesor UIS Samuel Muñoz.

Otro aspecto de la refinería de la Empresa Colombiana de Petróleos.
Otro aspecto de la refinería de la Empresa Colombiana de Petróleos, la empresa más importante del país. FOTO/Cortesía ECOPETROL.

«Considero que en Colombia hay mucho por hacer, realmente de las 23 cuencas hay 6 o 7 que aportan; incluso esas cuencas pueden seguir siendo descubridoras de hidrocarburos, especialmente las de los Llanos, que son muy grandes todavía y, realmente, yo creo que no hay ni siquiera, en el mejor de los casos, el 50 % de exploración en esas y en otras se mantiene en cero. Las más tronadas han sido las del valle medio y medio superior», explicó Samuel Muñoz.

Otras posibilidades están en la plataforma continental. Hace cuatro o cinco años hubo una campaña fuerte donde hubo algunos descubrimientos, pero se habló más que lo que se encontró. Obviamente, la perforación en el mar encarece la operación muchísimo, «prácticamente hay que multiplicarla por 10 y Colombia no está acostumbrada a ese tipo de operaciones donde hay que contratar todo, desde el servicio de ingeniería, plataformas, logística; estamos imberbes en eso, es decir, no hemos hecho absolutamente nada. Cinco u ocho pozos no nos dicen lo que puede haber desde La Guajira hasta Urabá», afirma Samuel Muñoz.

Transición energética

«Hablar de transición energética es un tema complejo de abordar teniendo en cuenta las múltiples aplicaciones y usos cotidianos de los derivados del petróleo (gasolinas, lubricantes, parafinas, detergentes, plásticos, disolventes, pinturas, asfaltos, polietileno y otros). De manera que la transición energética debe incluir muchas etapas de investigación, validación y aplicación para poder encontrar en qué áreas específicas cada energético llega a ser eficiente. Así las cosas, la aplicación masiva y eficiente de las energías renovables será diferente en cada energético y quizás solo en el 2050 estas energías renovables pudieran ser actores principales en la matriz energética mundial», puntualizó la ingeniera Zuly Calderón.

«La transición energética no se va a dar, al menos no en la medida en que se prometió. Se quiere, por ejemplo, incentivar el campo, y entonces se necesitan los fertilizantes, pero no quiere petróleo. Lo mismo pasa con los autos eléctricos, que dependen en 80 % de los componentes de petróleo», acota el profesor Óscar Vanegas.

El ingeniero Samuel Muñoz también manifestó su desacuerdo: «Yo discrepo mucho de todo esto. Transición energética es un concepto mal utilizado, es una propaganda para decir que petroleramente estamos con la parte ambiental, pero estamos lejísimos; incluso los países europeos y Estados Unidos. En el último congreso que se hizo el año pasado, las compañías de los países más industrializados llegaron a la conclusión de que en 30 años no se ha hecho nada y que toda esa plata se ha perdido en propaganda; pero, realmente, la huella de carbono sigue creciendo y lo que se ha hecho es mínimo comparado con los recursos y la generación de toneladas de CO2 y otros contaminantes». Y agregó: «Mínimo en 30 o 40 años nadie, absolutamente nadie, le va a poder ganar todavía a la energía fósil, yo no puedo pensar en un avión con energía solar o con energía eólica o con energía hidráulica, bajo ninguna circunstancia», explica Samuel Muñoz.

Para el ingeniero de Petróleos Erik Montes, actual director de Investigación y Extensión de Ingenierías Fisicoquímicas, «no es que no podamos vivir sin hidrocarburos desde el punto de vista de las necesidades energéticas del país, porque sería posible hacer sustitución energética en el mediano plazo. El punto es que el petróleo representa un rubro muy importante en nuestras exportaciones y, por lo tanto, en la generación de divisas y el flujo de recursos económicos. En el boletín del Dane, en primer lugar aparecen las exportaciones de petróleo y sus derivados con poco más del 50 %. Si se quitan las exportaciones de petróleo no habría suficiente flujo de caja para solventar los gastos de la nación, el déficit en la balanza de pagos sería muy grande y haría insostenible el manejo económico».

Sobre la transición energética y los problemas medioambientales de algunos recursos energéticos en el país, el profesor Samuel Muñoz manifestó que «nos echan la culpa a los petroleros, pero no saben que nosotros contaminamos del 12 al 15 %, mientras en Colombia la ganadería contamina con el CO2 el 50 %. ¿Entonces nos vamos a quedar sin ganadería? De esa transición seguirán hablando, más por propaganda que por conocimiento real; piensan que el CO2 simplemente sale por una chimenea, lo vamos a reinyectar, lo tapamos y se acabó. No, el CO2 sale contaminado con nitrógeno, con oxígeno, con muchas cosas que, si vamos a separarlo, es un proceso a algo que no vale nada, porque es basura, para nosotros es basura, pero para los ambientalistas es destrucción de la naturaleza».

Detalles de torres de destilación en la refinería.

El hidrógeno como alternativa

Sobre el hidrógeno verde, que el presidente entrante habla de trabajarlo desde Ecopetrol, «es algo como muy romántico, pero como todas las cosas que empiezan tiene que tener un tiempo de maduración, un tiempo de credibilidad, un tiempo de demostrar que sí se puede y que el proceso no es más contaminante que el grado de aplicación y energía que pueda desarrollar», explica el ingeniero Samuel Muñoz.

«Yo escucho ese tema del hidrógeno desde hace más de 25 años en Noruega, en Suecia, en Dinamarca, pero si el desarrollo hubiera sido excelente, si hubiera sido tan fácil, ya estaríamos en esa tecnología. Yo llevo 40 años en este negocio y sé todo lo que se ha intentado y todo lo que se dice y, realmente, en este momento, no hay competencia para los hidrocarburos, únicamente la energía nuclear, que también tiene problemas con los desechos radiactivos, incluso peores que la huella del CO2», puntualiza Samuel Muñoz.

Al respecto, el profesor Óscar Vanegas refiere: «Nosotros hemos trabajado sobre el hidrógeno, incluso tengo un proyecto muy bueno, pero tiene muchos problemas técnicos en cuanto a la separación de los gases. Se necesita energía para romper las cadenas del hidrocarburo y luego viene la separación porque se producen los gases mezclados, yo paso el hidrógeno y el oxígeno a gas y ahí viene el problema: separe el hidrógeno del oxígeno; luego otro problema: el almacenamiento; además de costoso el proceso, el oxígeno es muy explosivo. Eso es un poco complicado, lo que pasa es que una cosa es la teoría y otra cosa es la realidad».